miércoles, 12 de noviembre de 2008

Poema que te estoy buscando

Poema que te estoy buscando
en esta tarde a tientas. Las musas, la fiebre,
el arrebato no están hoy, desde hace tiempo
se vienen ausentando. Y yo, desde el fondo
matriz de mis sinceridades, yo me alegro.

Hoy me toca a mí buscarte,
poema compañero. No me avergüenza
confesarte que te extraño

Me puse abrigo, boina, y me senté
a esperarte en mi silla mecedora.
Cerré puertas a lo otro:
el refugio en lo erudito
-¡tan marchito!-,
lo rebuscado, lo sonoro,
tantas viejas mentiras mías.

Me hamaca la calma en esta tarde.
Su alternancia
-armonía humilde de la paja-
ecos tiene de tu ecos

Cuando vengas
tráeme otra manta, que aún siento frío.
Si los encuentras, pídeles que vuelvan,
mis sentimientos.
Que retornen a habitarme
a tu paso, con los tiempos

de tu tiempo.
Me merezco el desamparo
por las veces que pasaste por mi vida
y yo no estaba.

Hay
un silencio cargado de nubes
orondas, violáceas, preñadas de lluvia
y un campo yermo soñándolas ávido.
¡Qué deseo infinito de empaparme
hasta los tuétanos, de que me laves, me refresques,
rompas mis diques y lo estancado
corra como corría
bajo los sauces!