Poema que te estoy buscando
en esta tarde a tientas. Las musas, la fiebre,
el arrebato no están hoy, desde hace tiempo
se vienen ausentando. Y yo, desde el fondo
matriz de mis sinceridades, yo me alegro.
Hoy me toca a mí buscarte,
poema compañero. No me avergüenza
confesarte que te extraño
Me puse abrigo, boina, y me senté
a esperarte en mi silla mecedora.
Cerré puertas a lo otro:
el refugio en lo erudito
-¡tan marchito!-,
lo rebuscado, lo sonoro,
tantas viejas mentiras mías.
Me hamaca la calma en esta tarde.
Su alternancia
-armonía humilde de la paja-
ecos tiene de tu ecos
Cuando vengas
tráeme otra manta, que aún siento frío.
Si los encuentras, pídeles que vuelvan,
mis sentimientos.
Que retornen a habitarme
a tu paso, con los tiempos
de tu tiempo.
Me merezco el desamparo
por las veces que pasaste por mi vida
y yo no estaba.
Hay
un silencio cargado de nubes
orondas, violáceas, preñadas de lluvia
y un campo yermo soñándolas ávido.
¡Qué deseo infinito de empaparme
hasta los tuétanos, de que me laves, me refresques,
rompas mis diques y lo estancado
corra como corría
bajo los sauces!
4 comentarios:
Martín Martínez: cuentos y relatos, pero va y me topo sólo con un poema único.
En cualquier caso, me gustó tu espera. Un saludo, y gracias por tu visita
Desde luego, te digo lo mismo que Mega. Está muy bien empezar un blog titulado cuentos y relatos con un poema:-)
Muchas gracias por tu generoso comentario y mucha suerte con tu blog recién abierto, Martín. Sí que es una cosa un poco rara esto que hacemos...
Seguro que las golondrinas vuelven muy pronto.
Saludos.
Gracias Mega y Olaa por darse una vuelta por el blog. Disculpen que las reciba con la casa en este estado, pero ya dará el presupuesto para muebles y otras excentricidades. Mientras tanto que la privilegiada sea la letra pura y desnuda. Saludos
la espera de un poema.... y aveces ellos nos tienen que buscar...
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